Berlín lleva años planteando cambiar la matriz energética, por lo que el conflicto en Kiev, provocado por Moscú, solo aceleraría la misma
Franziska Brantner, secretaria de Estado y diputada del partido verde alemán, señaló a mediados de junio de este año que su país quiere “diversificar la matriz porque la dependencia del gas de Rusia nos molesta muchísimo”, cuestión que por la coyuntura podría obligar a cambiar todo un sistema basado en la compra de gas económico desde Moscú, para ahora adquirirlo de otras fuentes mucho más costosas.
Ante esta aseveración, el economista alemán Carl Moses explicó que “el gas ruso siempre fue nuestra preferencia porque siempre fue el más barato y estamos conscientes que a partir de ahora cualquier sustituto que haya para eso será mucho más caro”.
“Pero igual ya habíamos definido en Alemania hace mucho tiempo que queríamos salir de la energía fósil y estábamos buscando alternativas, trabajando con otros países. Y es que Alemania siempre fue importadora neta de energía y lo seguirá siendo”, agregó.
Asimismo, dijo que lo único que hace la guerra es acelerar los planes que ya estaban proyectados en desde el Gobierno alemán.
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