Jorge Sapag, abogado y exgobernador de la Provincia de Neuquén (2007-2015), estuvo en el último programa de Energía Latam, El Debate, hablando sobre si Vaca Muerta es ya una política de Estado.
Para el experto, esta incógnita sólo se puede responder remontándose a 1994, cuando la Reforma de la Constitución Nacional le otorgó a las Provincias el dominio de los recursos naturales cercanos. Debido a dicha decisión, él y su equipo de trabajo se vieron en la necesidad de hacer una explotación en Vaca Muerta distinta a la asumida por Estados Unidos y Canadá en años anteriores.
Entre los métodos que usaron se encontró la utilización de tecnología no convencional, la prorrogación de concesiones por 10 años más y la condición de cuidar el medio ambiente en el proceso, los cuales sirvieron para lograr una alianza con YPF, y posteriormente una con Chevron.
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¿Una bendición?
“La naturaleza y Dios nos regalaron esta formación geológica y no convencional, la cual no es solamente Vaca Muerta, sino también muchas otras que permitieron revertir la declinación de producción de gas y petróleo en el país”, afirmó Sapag en medio del programa.
El desarrollo del proyecto es tan importante en el país que, según algunas estimaciones, si no se tuviera esta explotación no convencional, el país tendría que importar anualmente en la actualidad alrededor de USD 50.000 millones.
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