Toda la región latinoamericana tiene difíciles y diferentes situaciones para realizar inversiones en el área energética. Claramente, hay unos países que tienen mejores condiciones que otros, ejemplo de ello es Paraguay, Bolivia, Brasil y Chile, que tienen una tasa de riesgo más baja que países como Argentina.
Así las cosas, es vital que todo aquel que invierta dinero en una actividad productiva, además de tener certeza en las reglas de juego, tenga accesos a créditos con tasas manejables.
En el caso específico de Chile, su matriz energética depende casi exclusivamente del carbón, por lo que es posible que el nuevo gobierno de Gabriel Boric acelere el proceso de transición hacia el gas natural.