En medio de la transición energética a la que varios países se están adaptando, Europa le apuesta a impulsar una competencia ambiental en el sector del turismo, a través de incentivos destinados para los barcos más ecológicos.
Actualmente, el tren es el medio de transporte que está premiado como la alternativa más amigable con el medio ambiente; mientras que el avión está penalizado. El barco, por su parte, aunque en su mayoría aún funciona con hidrocarburos, experimenta una transición para ofrecer un servicio más sostenible.
En el viejo continente, por ejemplo, “hay un fenómeno, en el que ya hay puertos que te dan incentivos si llegas con un barco cada vez más ecológico. Te estimulan a que, si operas con cierto nivel de cuidado del planeta, tienes incentivos económicos de todo tipo. Eso ya está pasando incluso para los cruceros”, afirmó Fernando Joselevich, country manager para Argentina y Latinoamérica en Costa Cruceros.
¿Independencia del gas ruso?
A pesar de los esfuerzos de Europa por impulsar la transición energética, para la ingeniera química, Analía Acosta, quien ha estado vinculada a YPF durante 30 años, la razón por la que promueven estas prácticas ecológicas no solo es por el cuidado del medio ambiente, sino por obtener la independencia del gas que le suministra Rusia.
“Todos los fomentos europeos eran para diversificar su matriz energética, es fue la fuente de todo y después vinieron las consecuencias ambientales. Me refiero a los años 70, cuando se dieron cuenta de esto por los conflictos bélicos de esa época. Pero en los 80 y a fines de los 90 se empezó a ver realmente las consecuencias medioambientales”, señaló la experta.
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