En diciembre del año pasado, el Gobierno Nacional argentino autorizó, a través de la Resolución 436-2021, la realización de exploración sísmica en la cuenca argentina norte, ubicada a más de 300 km de la costa bonaerense. Los estudios evaluarán si existe petróleo en la zona, las cantidades y las posibilidades de extracción.
El proyecto, que ha generado el debate de si es posible el desarrollo de esta actividad sin degradar el ambiente ni perjudicar el desarrollo de actividades como la pesca, es liderado la petrolera noruega Equinor, la nacional YPF y la firma angloholandesa Shell.
Para la periodista del programa Cledis Candelaresi, a pesar de que este tema no tiene una incidencia inmediata en la economía del país, el proyecto es sumamente importante para la transición energética. Enfatizó, además, en que la clave del asunto está en ajustarse a las reglas que permitan minimizar los daños en la cuenca argentina norte.
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¿Hacer o no hacer?
Para Verónica Tito, abogada, licenciada en relaciones públicas, consultora en energía y ambiente, e invitada al programa “Offshore: ¿hacer o no hacer?” de Energía Latam, la decisión que se tome respecto al proyecto tendrá grandes implicaciones para el futuro del país ya que, si no se desarrolla, se podrían perder muchos millones de dólares, y si se hace, los grupos ecológicos alzarán la voz.
De las dieciocho áreas existentes, tres fueron licitadas por el Gobierno anterior para ser exploradas. Y a pesar de que el actual lo aprobó, el proyecto se encuentra detenido por una medida cautelar luego de que se presentaran cuatro amparos que exigieron no hacer nada hasta que la justicia vea si realmente hay daño acumulativo de la actividad sísmica y para que evalúe si la información fue lo suficientemente amplia para que todos conocieran sus consecuencias.
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