En México, como en todo el mundo, el calentamiento global es una problemática que día tras día se está agravando más. Las olas de calor y las tormentas de lluvia son fenómenos que han incrementado tanto en frecuencia como en intensidad.
Dicha situación, ha hecho que el Gobierno y los empresarios del país centren su atención en una posible solución del problema, la industria fotovoltaica.
Uno de los grandes retos que tiene que enfrentar el país es la reducción de las toneladas de gases de efecto invernadero que se lanzan diariamente a la atmosfera, lo cual puede lograrse a través del aprovechamiento de la industria fotovoltaica.
Según Leonardo Velasco Ochoa, presidente del Consejo Directivo de la Asociación Mexicana de la Industria Fotovoltaica (AMIF), existen dos formatos de esta industria: Gran Escala y Pequeña Escala, o como se le conoce también a esta última, Generación Distribuida.
En proyectos que requieren menos de 500 kW, es decir en casas, pequeños negocios e industrias, el potencial de crecimiento de la Pequeña Escala es enorme. “Una de mis mayores preocupaciones es que la Generación Distribuida está siendo ligeramente relegada en la conversación. En AMIF queremos ver una hoja de ruta clara en la promoción y profesionalización de esta modalidad. En un análisis técnico de la propuesta de reforma, la Generación Distribuida no pareciera una prioridad del gobierno federal. Nos preocupa que centralizar toda la gestión con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) pudiera significar conflictos de interés”, agregó Velasco.
Así también, el experto enfatizó que en los proyectos de gran envergadura existe el gran desafío de conciliar las posiciones políticas antes de adicionar este tipo de tecnología, sin significar que no se hará en un futuro cercano.
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Importancia de la transición energética
Para Leonardo Velasco, los compromisos que México tiene en la adaptación y mitigación de las emisiones de efecto invernadero deben ser más claras. El aumento que el país propone en los combustibles fósiles está retrasando la migración hacia tecnologías y energías mucho más limpias, las cuales son necesarias para abrirle campo a la industria fotovoltaica.
“La situación que está viviendo la CFE no es una situación aislada, esto le está ocurriendo a todas las compañías del planeta que han fallado en migrar y pivotear de forma acelerada hacia nuevas tecnologías”, aseguró.
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