Así lo afirmó el ingeniero y consultor energético, Eduardo Oreste, quien argumentó que los bajos recursos que hay en las cuencas nacionales no son el elemento que impide que la zona norte de Argentina pueda tener posibilidades de reactivarse, sino que obedece al porcentaje de riesgo que implica invertir en exploración.
Para el experto, esta región del país opuesta a la de Vaca Muerta es una potencial fuente de producción de hidrocarburos, sin embargo, destaca la importancia de remontarse a la historia para entender por qué ha aumentado su inactividad.
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“Normalmente, la cuenca del norte tenía un índice de recuperación que superaba el 1 %. A partir de la salida de YPF del yacimiento norte, los reservorios que se encontraba en la época eran de tamaños reducidos con unas producciones iniciales muy altas, pero con una sustentabilidad en el tiempo relativamente corta y los grandes yacimientos fueron agotándose a lo largo del tiempo por la falta de inversión en exploración”, señaló Oreste.
“Exploración cara y riesgosa”
Con este panorama, el ingeniero reveló que la vida útil de los pozos no es la razón por la cual la zona norte ya no es atractiva para la industria hidrocarburífera, ya que “las cuencas convencionales en Argentina están desarrolladas entre un 35 % y 40 %, es decir, que hay todavía un 60 % por hacer en convencional”.
Según el experto, el verdadero problema radica en la incertidumbre que genera el éxito de una inversión en esta zona del país: “La exploración en el norte es cara y es riesgosa, y hay que tener en cuenta que como son yacimientos de tipo convencional el índice de éxito está en el orden de 10 a 1, es decir, hay que invertir 10 para encontrar 1”.
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