Para Marcelo Martínez, antes de la guerra, a nivel mundial ya se estaba observando un alza exagerada en las tarifas de los combustibles, esto debido a que disminuyó la cantidad de viento y de gas natural. Para el experto, la guerra fue sólo un episodio que agravó más la situación.
Gracias a los recursos que posee, Rusia abastece la demanda de gas natural y petróleo de más de un tercio de Europa. Anualmente, este país produce alrededor de 100 millones de barriles de petróleo y exporta cerca de 66 millones.
Las pequeñas diferencias en oferta y demanda de un commodity provocan enormes diferencias de precio, tal como ocurre con el petróleo y el gas natural. Y justamente, eso es lo que está sucediendo con la salida de Rusia de los mercados internacionales. Para el experto, si la situación sigue escalando, en un par de meses las tarifas pueden llegar a niveles insólitos sin detenerse.
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¿Cuáles son las proyecciones de las tarifas para dentro de unos meses?
Para Martínez, las proyecciones son muy difíciles porque todo el tiempo estas tarifas están variando. Es imposible que el mercado funcione con normalidad cuando la oferta y la demanda no se ajusten entre sí. Lo que se está viendo actualmente es que este mercado está empezando a ajustarse con un valor promedio por barril de USD 120. Además, agregó que el mundo no ha bajado su consumo de naftas, aun cuando el precio sube cada vez más.
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