Además de ampliar la red ferroviaria de trenes de carga y de contar con personal que se encargue de aumentar el refinamiento del gasoil argentino, otra de las soluciones para la escasez del combustible que se ha puesto en el tablero es el biocombustible.
“El problema con el biodiesel es que no paga impuesto a los combustibles líquidos e impuesto al carbono, que son los dos que gravan tanto la nafta, como el gasoil”, señaló Daniel Montamat, exdirector del YPF S.A.
Para el también Doctor en Economía y Derecho se debe incluir el biodiesel y el bioetanol dentro de este régimen de impuestos. “Pero beneficiarlos con un rebalanceo en el impuesto de los combustibles porque son menos contaminantes, tienen ventajas ecológicas respecto al combustible derivado del fósil”, señaló.
“Más verde, pero costoso”
A pesar de los beneficios para el cuidado del medio ambiente que ofrece el biocombustible, según Montamat, los transportistas no estarían dispuestos a cargar un gasoil más verde, porque sencillamente es mucho más caro. “Ellos van a ir por el menor precio. Pero lo que tiene que buscar el Gobierno en ese rebalanceo en positivo es darle estabilidad. Una manera de tener precios estables en los combustibles es con la base impositiva”.
Se trata de una planificación estratégica por parte del Estado y de una política energética a largo plazo para que el biocombustible sea una posible salida a la escasez del gasoil, mencionó el experto.
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