A mediados de marzo, el Gobierno ecuatoriano ratificó su objetivo de desarrollar el sector energético del país por medio de inversión privada. Además, aprovechó la ocasión para convocar a inversores nacionales y extranjeros a invertir en minas, energía e hidrocarburos.
Juan Carlos Bermeo, ministro de Energía y Recursos Naturales No Renovables, aseguró que la producción petrolera, la generación eléctrica y la minería representan una gran riqueza para Ecuador.
La afirmación se hizo en el marco de la presentación del balance sobre su gestión y en la definición de los desafíos a corto y mediano plazo que el país tiene que enfrentar.
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¿Quién abrió las puertas a la inversión privada?
El presidente Guillermo Lasso, quien asumió el poder el año pasado, permitió que las administraciones privadas pudieran encargarse de los proyectos energéticos que están andando en el país, mientras que el Gobierno actúa como regulador.
Además de esto, el Gobierno ha dirigido la puesta en marcha de nuevas políticas públicas que tienen como objetivo principal incrementar la producción diaria de petróleo, llegando a la suma de un millón de barriles.
Claramente, estos esfuerzos aumentarían a su vez los ingresos que tiene el país. Desde el anuncio del presidente, ya son varias las empresas internacionales que se han visto interesadas en proyectos de petróleo, minería y electricidad.
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Nuevas políticas para generar energías más limpias
La ocasión también sirvió para que el ministro hablara sobre el “Plan Nacional de Transición hacia la Descarbonización”, un nuevo modelo de desarrollo en el que se impulsan energías con fuentes renovables, tales como la hidroeléctrica, la eólica, la solar, entre otras.
Según el viceministro de Electricidad, Gabriel Argüello, Ecuador cuenta con una capacidad eléctrica de 7.357 megavatios, de los cuales el 69,3 % proviene de fuentes hidrológicas.