Ante el crecimiento de las energías limpias, los paneles solares se han convertido en una gran opción tanto para las empresas como para los ciudadanos del común. Argentina está desarrollando campos fotovoltaicos en el norte, gracias a una irradiación que es privilegiada, y ya hay usuarios que están instalando estos paneles, a tal punto que se están convirtiendo en proveedores de electricidad al sistema (prosumidor). ¿Hay que cambiar los electrodomésticos? ¿Qué superficie necesitamos para colocarlos? ¿Todos podemos hacerlo?
Para responder estás preguntas y muchas más dudas frente al tema contamos con el ingeniero Julian Tuchino, gerente de desarrollo sustentable en la Agencia de Protección Ambiental en Buenos Aires (APRA) y el ingeniero Maximiliano Miodowski, gerente de EXO S.A.
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La energía solar: un capítulo de la transición energética
La energía solar es planteada como la sustituta de las energías que se basan en combustibles fósiles, que son más dañinos para el ambiente. La energía solar, en el ámbito de las energías limpias, lidera la movida en el mundo, aunque no en Argentina, donde representa aproximadamente menos de un tercio de las energías verdes que integran la matriz eléctrica del país.
Actualmente, China lidera con 71% de la potencia instalada de paneles solares y es un productor destacado de estos, mientras Europa lo sucede con 11,3%, y luego el resto de continentes y países, donde América Latina está rezagada con tan solo un 2,5%. En cuanto a las empresas que venden e instalan equipos en Argentina, va liderando Córdoba y luego Buenos Aires.
La energía solar sirve como una manera de autoabastecerse, sobre todo para aquellos lugares que están lejanos de la red, pero también para que emerja la figura del prosumidor, es decir, el consumidor que puede generar energía para sí y que también puede vender al sistema. No obstante, es muy importante conocer cuáles son las reglas para venderla, a qué precio se compra y a cuál se vende.
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